martes, 17 de abril de 2012

Actividad sugerida sobre Martín Fierro.


Preguntas que importa responder:


1. ¿Qué canon incluye a "Martín Fierro" como una obra indispensable?
2.Si la Literatura del siglo XIX en Argentina está directamente relacionada con la política y el Romanticismo, ¿qué hay de todo esto en el poema de Hernández?
3.¿Por qué Hernández escribe un poema narrativo y no, una novela?
4.¿Qué motivaciones llevan a Hernández a escribir un libro en una lengua "desconocida" para él? (consulten cartas del autor a su editor y prólogos de la edición que están leyendo, puede tener datos útiles)
5.¿Qué diferencia en años tienen la primera y la segunda parte de "Martín Fierro"?

1. El canon que incluye a Martin Fierro como una obra indispensable es el canon argentino: “El primer libro canonizado fue Martin Fierro, al que Ricardo Rojas y Leopoldo Lugones compararon con el Mio Cid y la Chanson de Roland. Lugones quería elegir un texto que, además de su importancia literaria, tuviera un valor patriótico instrumental  expresara “la vida heroica de la raza o las esencias argentinas amenazadas por los aluviones migratorios”(cita tomada del libro dado por la profesora”. Podemos decir entonces que el motivo por el cual consideramos a Martin Fierro como un canon reside en sus indiscutibles raíces, que tienen que ver precisamente con las raíces argentinas. Tan claramente apreciado en la cita anterior, el Martín Fierro nos conduce hacia aquel momento en donde nacíamos como patria, y nos invita a reflexionar sobre precisamente eso, nuestro surgimiento.
2. Para responder claramente esta segunda consigna, voy a separar las relaciones, primero hablaré de la política, luego del romanticismo y luego relacionaré ambas.
Con solo una palabra podemos relacionar al Martín Fierro con la política: queja. La queja en todo su sentido, por disconformidad, por abuso, por falta de consideración, por tiranía, pero nunca por desinterés. En esto reside el argumento de dicha obra, en la necesidad de plasmar lo que sucedía, de provocar a los políticos de turno, de llamar su atención. El pueblo estaba interesado en saber que estaba ocurriendo, incluso más porque todavía estaba presente la euforia provocada por la Revolución de 1810 (Martín Fierro 1872) y se estaban definiendo el camino que tomaría la patria para crecer.
Para relacionar la obra con el romanticismo, podemos relacionarla directamente con el momento histórico; pero no es necesario indagar demasiado para notar la mayoría de los aspectos que caracterizan a un texto romántico: la necesidad de expresarse, liberarse, romper con lo impuesto. Entonces, no es muy difícil llegar a la conclusión de que la relación entre la política y el romanticismo residía en resaltar la queja mediante la expresión.
3 y 4. En mi opinión, J. Hernández escribe un poema narrativo porque era la manera más directa de dirigirse a la población: de esta manera, no era necesario ser culto sobre literatura para entender cuál era el fin del mismo. El poema narrativo resultaba ser una forma de expresión popular, y eso era lo que se necesitaba, ya que en ese momento la mayoría de la población era analfabeta. Por esto mismo, la utilización de una lengua ‘desconocida’ para él: exacto, quizá no conocida para él, pero si popular. La sociedad entendería con mayor claridad si se les dirigía de una manera que a ellos les resultara familiar.
En la carta que J. Hernández le escribe a su editor afirma: “Me he esforzado, sin presumir haberlo conseguido, en presentar un tipo que personificara el carácter de nuestros gauchos, concentrando el modo de ser, de sentir, de pensar y de expresarse, que les es peculiar, dotándolo con todos los juegos de su imaginación llena de imágenes y de colorido, con todos los arranques de su altivez, inmoderados hasta el crimen, y con todos los impulsos y arrebatos, hijos de una naturaleza que la educación no ha pulido y suavizado. (…)Y he deseado todo esto, empeñándome en imitar ese estilo abundante en metáforas, que el gaucho usa sin conocer y sin valorar, y su empleo constante de comparaciones tan extrañas como frecuentes; en copiar sus reflexiones con el sello de la originalidad que las distingue y el tinte sombrío de que jamás carecen, revelándose en ellas esa especie de filosofía propia que, sin estudiar, aprende en la misma naturaleza, en respetar la superstición y sus preocupaciones, nacidas y fomentadas por su misma ignorancia…”
Teniendo esto en cuenta, responderé que la principal motivación de Hernández al utilizar tal lenguaje es el querer plasmar sin rodeos lo que hacen gaucho al gaucho.
5. La diferencia en años entre “El gaucho Martín Fierro” (conocida como ‘la ida’) y “La vuelta de Martín Fierro” es de 7: 1862-1879.


De Gaspari, Gina