domingo, 2 de septiembre de 2012

Tercer análisis.


Analizamos “lo argentino” en esta novela: Historia y Literatura, en esta historia, asumen un vínculo especial. Demuestra sus relaciones. Investiga.

Las relaciones que podemos establecer con respecto a Historia-Literatura tienen que ver principalmente con el momento político que estaba sucediendo en aquel entonces. Desde un principio, podemos decir que la literatura era una manera de decir todo aquello que en ese momento no se podía, y que existía la necesidad de contar, de transmitir más allá del tiempo lo que ocurría con la justicia nacional.

De parte de Sacheri, sabemos que el incentivo para escribir la novela (más allá de los hechos medios que él haya inventado para que sea una historia atrapante) tiene que ver con la excarcelación de un asesino como “preso político”, que sucedió cuando él trabajaba en un Juzgado.
Sacheri nos hace recurrir seguido a todo lo que pasaba alrededor del ambiente nacional-judicial-político. Nos hace notar la corrupción, la falta de interés por parte de quienes se ocupan de ello, la impunidad que existía para con la sociedad, la incompetencia, y el castigo a mano dura, lo que sensibiliza a todos los argentinos. Incluso podemos hablar también del exilio al que se ve obligado el protagonista para que no lo mataran.
Todo tiene que ver con el contexto y lo que Sacheri quería mostrarnos. También, en una parte del relato, Sandoval y Chaparro hacen referencia al primo Nacho: “Me dijo que ayer se lo llevaron a mi primo Nacho. Cree que eran milicos. Pero no está segura. Entraron rompiendo todo, en plena noche. Iban vestidos de civil”.
Vemos como el autor usa este recurso quizá para sensibilizar a los lectores, incluso sabiendo que Sacheri es profesor de Historia. La relación puede establecerse sin obstáculos: Escritor-Historiador.

Por otra parte, con respecto a “lo argentino”, podemos hablar del léxico que utiliza, indiscutiblemente rioplatense: otra manera de acentuar la realidad de lo que estaba sucediendo.
“Para lograr el objetivo de encontrar lo extraordinario en la gente común, tiende a recrear esa gente ordinaria mediante su habla. Para ello introduce un léxico río platense que a veces confunde a más de un forastero que incursiona en la lectura de Sacheri. “Hasta acá legaste, macho”, “nadie va a entender un carajo”, “es una fija”, “estamos al pedo”, “manga de pajeros” “me cacho”, “un montón de canas apelotonados”, y “cuando el primer zumbo me salió al cruce”, son algunas de la frases típicas que podemos encontrar en la novela. Otros vocablos que aparecen y desorientarían a algún extranjero que no tuviese un diccionario de lunfardos a mano son: “pánfilos”, “otario”, “chambón”, “pucha”, entre otras.”
(http://es.scribd.com/doc/57528866/Mariano-Ferro-EnSAYO-Final-Libre-La-Pregunta-de-Sus-Ojos)

Para concluir, podemos decir que la relación que establecemos entre Historia y Literatura es así particularmente por las características del autor y por el momento histórico en el que se ubica la misma. 




Como bibliografía, cabe aclarar que tanto en esta publicación como en las dos anteriores las citas han sido extraídas del libro original, y de la página que acaba de adjuntarse. Sólo una cita en el primer análisis se ha extraído de la entrevista http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/4-14788-2009-08-03.html.  
Se bien se han leído otras, no han sido de uso específico para las reseñas.

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